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shutterstock.com

Según National Aphasia Association, dos millones de estadounidenses viven con afasia, un trastorno de la comunicación causado por daños en las áreas cerebrales del lenguaje. A pesar de ser más común que el Parkinson, la esclerosis múltiple o la parálisis cerebral, se sabe poco de la afasia.

Aunque suele ser súbita, tras un ataque cerebral o traumatismo, la afasia se puede presentar de forma progresiva en tumores o enfermedades, como la afasia primaria progresiva, la cual es una demencia frontotemporal con degeneración de los lóbulos frontales que contienen las áreas del habla y el lenguaje.

“La causa más común son ataques cerebrales que interrumpen el flujo de sangre o producen sangrados en el cerebro”, explica el Jeffrey Binder, MD, director del programa de ataque cerebral de Medical College of Wisconsin en Milwaukee. “Alrededor de 30% de los casos de ataque cerebral presentará afasia”.

Las áreas encargadas del lenguaje suelen estar en el lado izquierdo del cerebro. En la afasia, las regiones afectadas son el área de Broca -responsable del habla- en el lóbulo frontal y el área de Wernicke -responsable de la comprensión del lenguaje- en el lóbulo temporal. La recuperación depende de la magnitud del daño. “El cerebro posee sistemas de respaldo (tejido vecino o áreas espejo en el lado derecho) que pueden suplir la función parcialmente (proceso llamado neuroplasticidad), pero no suelen ser tan buenos como los sistemas primarios”, explica Steven C. Cramer, MD, FAAN, profesor de neurología de David Geffen School of Medicine en UCLA. “Lo sistemas de respaldo son asombrosos en lesiones pequeñas, pero en lesiones extensas es difícil que se recupere toda la capacidad lingüística”.

Terapia del lenguaje

Después del diagnóstico, el primer paso es la terapia del habla. “Debe ser muy intensa”, destaca Argye Hillis, MD, profesora de neurología en Johns Hopkins University en Baltimore. “La evidencia sugiere que el mínimo ideal es tres veces por semana y 20 horas en total, pero cuanto más, mejor”.

Para evaluar el daño se utilizan pruebas estandarizadas en cuatro ejes: comprensión y producción del habla, lectura y escritura y después se crea un plan individualizado.

“Las personas con afasia saben las palabras pero no las pueden pronunciar”, afirma la terapeuta Donna Tippett, MA, MPH, profesora de otorrinolaringología en Johns Hopkins University. “Les pedimos que trabajen diciendo características del objeto en cuestión, como su función, ubicación, color o tamaño, o palabras relacionadas, eso crea las conexiones que permiten acceder a esas palabras”.

La terapia se centra en la comunicación cotidiana, explica la terapeuta Sabine Heuer, PhD, profesora de trastornos de la comunicación en University of Wisconsin-Milwaukee. “Los pacientes desean volver a hablar como antes de la lesión, pero primero nos enfocamos en el vocabulario específico de sus rutinas diarias, como el trabajo, casa o puntos de reunión como la iglesia o el centro deportivo”.

Por ejemplo, para la boda del hijo de uno de sus pacientes, Tippett señala: “Para el brindis entrenamos con guiones y practicamos conversaciones triviales con tópicos y preguntas que podrían surgir durante la boda o la cena de ensayo. La terapia se enfoca en ‘actividades de la vida’”.

Terapia de grupo

Las sesiones en persona se acompañan de tareas, como escribir un diario, leer el periódico, responder correos, jugar cartas o juegos de mesa, o usar aplicaciones para la afasia. La terapia de grupo también es útil. “Conectar con otras personas con afasia sirve para recuperar el lenguaje y mejorar el estado de ánimo y la calidad de vida”, explica la Dra. Hillis. “Los clubes de lectura son excelentes, leen y discuten libros amigables, o hacen actividades, como jardinería o diseñar menús de restaurantes adaptados a la afasia”. (National Aphasia Association tiene un directorio de grupos de apoyo, profesionales del habla y el lenguaje, y de centros de afasia en aphasia.org).

Estimulación cerebral

Cada vez hay más investigación sobre estimulación cerebral no invasiva y terapia de lenguaje. Dos de las técnicas -estimulación magnética transcraneal (TMS) y estimulación transcraneal por corriente directa (tDCS)- modifican la actividad cerebral de la región estimulada. “Hay algunos beneficios, pero aún no son definitivos”, dice el Dr. Binder.

Seguros médicos

Por desgracia, los seguros de la mayoría de las personas con afasia no cubren toda la terapia que requieren. “Hay pocas opciones para personas con afasia crónica o que ya agotaron su cobertura para terapia hospitalaria y ambulatoria”, dice la Dra. Heuer. “Les sugiero buscar opciones gratuitas o de bajo coste en universidades u hospitales”.

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